Los grafittis me atraen de manera sobrenatural.
Todavía no sé qué es exactamente lo que me llama la atención pero seguido me encuentro mirando fijo algún dibujo en alguna pared o anotando mentalmente dónde está cada uno de los que veo cuando voy viajando. Hay algo interesante en ellos. No siempre pero a veces pasa.
De vez en cuando te encontrás con uno que no es un mero acto vandálico contra la propiedad pública o privada, alguno que otro es arte, posta.
Te lo juro.
Arte, arte, arte.
Lo digo yo que de pintura sé mucho, tanto como que verde y rojo dan amarillo.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
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