Ya lo dijo el Reverendo Alegría, amigos, el diablo camina entre nosotros y no, no debemos buscar las barbas largas y los cuernos, hay observar bien y enforcar nuestra miradas de rechazo en aquellos seres indignantes que viajan en el transporte público con cumbia en el altavoz de sus celulares, tratando de expandir su germen de mal gusto y herejía musical por todo nuestro ya muy enfermo mundo.
Los odio, los odio profundamente.
Cabral, soldado heorico, dió la vida por nosotros, no lo defraudemos, evitemos que esas letras de la profundidad de un charco de vereda entren en nosotros.
Hay que matarlos a todos. [/Cacho Castaña mode]
Pero háganlo ustedes porque a mi me dan miedito.
*Si, yo era fan de La Ley.
Cósmico.
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