viernes, 11 de marzo de 2011
Nothing important happened today.
Cada primer día de clases es lo mismo, tengo miedo a dos millones de cosas que pueden pasar y me levanto de la cama convencida de que van a pasar.
Llegar tarde (tardísimo), no figurar en la lista, equivocarme de clase, errarle al aula, que el colectivo choque a un unicornio blanco que cruza la avenida y todos los pasajeros terminemos en la comisaría atestiguando, de modo de no llegar a mi primer clase y así sucesivamente.
Me pongo demasiado nerviosa, voy casi sin haber dormido y cuando llego me siento extremadamente sola y perdida. Siempre me parece que todo es tan nuevo, incluso ahora que ya he pasado por eso una y otra y otra vez.
Lo bueno es que usualmente al final todo sale bien.
Y ahí me doy cuenta de que ahogarme en un vaso de agua es mi deporte predilecto.
Un día voy a cambiar.
Hoy no, mañana.
Llegar tarde (tardísimo), no figurar en la lista, equivocarme de clase, errarle al aula, que el colectivo choque a un unicornio blanco que cruza la avenida y todos los pasajeros terminemos en la comisaría atestiguando, de modo de no llegar a mi primer clase y así sucesivamente.
Me pongo demasiado nerviosa, voy casi sin haber dormido y cuando llego me siento extremadamente sola y perdida. Siempre me parece que todo es tan nuevo, incluso ahora que ya he pasado por eso una y otra y otra vez.
Lo bueno es que usualmente al final todo sale bien.
Y ahí me doy cuenta de que ahogarme en un vaso de agua es mi deporte predilecto.
Un día voy a cambiar.
Hoy no, mañana.
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